viernes, 9 de marzo de 2012

Exprimiendo la tierra




No hablamos más del fuego y su silencio ascendente. No hablamos más del remolino que se forma cuando aplaudimos con fuerza, cuando estallamos, qué sé yo, el rostro contra la piedra, el pecho contra la corteza, o más bien la rama contra el pecho. No hablamos del sudor en la frente ni de las gotas de miedo condensadas dentro de una bolsa, una transparente desde donde otros nos observan morir, la asfixia es una condición de nuestros tiempos el sudor también. Henos acá reunidos entorno a una gran botella vacía, henos acá sentados sobre nuestras cabezas, como en una variación poco deseada de Alicia en el País de las maravillas, henos acá desnudos sin entender la voz antigua que nos trae este fuego y su silencio ascendente. Todo comienza acá, y acá todo termina. Todo es el segundo justo en que un martillo golpea contra un trozo y el sonido es sordo como el final de una tortura. Todo es la implosión del agua en un desierto, son las marcas de la piedra seca, las manchas y el sonido de una rama que por última vez se quiebra. No hablamos acá de la vida, sino del eco asustado que se escucha cuando la pronunciamos, hablamos acá del temblor de nuestros dientes y el dislocamiento de la mandíbula del tiempo. Hablamos acá desde un extremo del miedo, pálidos y casi de rodillas en el borde, en la mera orilla de nosotros mismos, tratamos de decir despacio nuestro nombre, y no podemos, ya casi no nos sale.

Video experimental producido para el Festival Cajita de Agua, oct. 2009
Guión y Producción audiovisual: cien pies producciones (Alejandro España, Jhonathan Jiménez)
Texto: Julio Serrano Echeverría

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